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Mi hijo o hija debe acudir a Psiquiatra: ¿Y ahora qué?

Conociendo la Psiquiatría infantil y del Adolescente.

El acercamiento a la Psiquiatría Infantil y Adolescente muchas veces es en un contexto difícil o poco agradable; irrumpe en nuestra vida una dificultad que escapa de la capacidad de resolución que tenemos como padres, y alguien relevante dentro de la vida de nuestro hijo o hija sugiere la necesidad de una evaluación psiquiátrica. Sin embargo, ¿Qué es la Psiquiatría Infantil?, ¿Cómo podría ayudarnos?, ¿Quiero darle medicamentos a mi hijo o hija?, ¿Hay algo que podría hacer como padre o madre para evitar consultar con un Psiquiatra?.


Para entender un poco el contexto del Psiquiatra Infantil y del Adolescente es importante conocer qué se entiende por psicopatología o enfermedad mental. La psicopatología estudia los fenómenos de la mente a través del conocimiento de la organización y dinámicas que se asocian a la sintomatología de un niño, niña o adolescente. Para esto incluye muchas miradas que favorecen el complejo entendimiento de la pérdida de la salud mental. Estas miradas incluyen conocer el contexto individual, familiar, escolar y socio-cultural, entre otros.


La pérdida de la salud mental ocurre cuando los factores de riesgo  de presentar una enfermedad mental (prematurez, retraso del desarrollo psicomotor, historia familiar de trastornos mentales, etc.), sobrepasan a los factores protectores presentes (buena salud en otras áreas, buen clima escolar, inteligencia, etc.) y a la capacidad de equilibrar este desbalance por medio de la resiliencia individual (entendiendo la resiliencia como la capacidad que tiene una persona de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro).


Esta visión además incluye preguntas como ¿por qué ocurre esto en el niño o niña o adolescente?, ¿por qué ahora?, ¿por qué se mantiene en el tiempo pese a todos los esfuerzos que se han realizado?, ¿por qué pareciera que ahora es más grave que antes?, ¿Cuáles son las fortalezas presentes en el niño, niña y adolescente y su contexto?.  Estas preguntas nos abren a la posibilidad de un modelo explicativo más completo de lo que le está pasando a mi hijo, hija o familiar.


Cuando una familia se enfrenta a una enfermedad en salud mental ocurre frecuentemente que se inicia la búsqueda de culpables. En esta instancia es importante saber que las enfermedades en salud mental ocurren debido a múltiples factores y que el reconocimiento del problema y la consecuente solicitud de ayuda es el primer paso para iniciar un proceso que nos lleva a estar mejor.
Para llegar a una hipótesis diagnóstica adecuada es necesario tomarse el tiempo de recaudar la información necesaria para llegar a un diagnóstico y propuesta de tratamiento personalizado, que asegure un acercamiento más real, segura y eficiente al problema.


Cabe mencionar que una evaluación en Psiquiatría no es sinónimo de trastorno o medicamentos, el proceso de evaluación arrojará las estrategias terapéuticas necesarias para enfrentar las dificultades reportadas por los niños, niñas, adolescentes y sus familias, según la evidencia científica actualizada, siendo la edad un aspecto determinante en las estrategias terapéuticas a proponer. 
Entre las estrategias terapéuticas existen aquellas asociadas a la toma de medicamentos y las no farmacológicas como la terapia ocupacional, terapia familiar, psicoterapia, etc., dependiendo de las dificultades, el pilar del tratamiento pueden ser uno, otro o ambos de forma coordinada.


Las intervenciones farmacológicas permiten crear un estado más permeable a las intervenciones terapéuticas, disminuyendo la angustia, la impulsividad, la irritabilidad o mejorando en la atención o en un ánimo depresivo, pudiendo además favorecer la disposición del vínculo hacia el o la terapeuta. Esta propuesta siempre debería ser usar la mínima cantidad de medicamentos en la mínima dosis efectiva. Las intervenciones no farmacológicas como la psicoterapia, psicopedagogía, terapia ocupacional y fonoaudiología entre otras, pueden llegar a ser fundamentales en el inicio y término de un cuadro clínico y de la probabilidad que lo que ocurre se reitere o se vuelva a expresar de manera menos intensa. Estas intervenciones tienden a ser complementarias por lo que no son excluyentes. 

Invitamos a compartir esta columna con tus seres cercanos y dialogar de salud mental, para que el acceso a esta información permita mayor participación y bienestar en aquellas personas que más queremos.

Dra. Paulina Denegri Figueroa

Psiquiatra Infantil y del Adolescente U. de Chile

Instituto de Salud Mental y Bienestar